Tú y yo en la habitación para que vuelva Amor: naturaleza. Hay un televisor en medio del salón. No me interesa. Vente a la sombra, amor, que yo te espero; que tengo el corazón aquí con bien de hielo. Vente a la sombra, vente, amor, que yo te espero; que tengo ya el cerezo en flor dentro del cuerpo. Se me cae la casa desde que se marchó.No se atreve la luz, si no estás tú, a pasar por aquí si oye mi voz. Desde que no estás tú en este rincón, no se atreve a pasar la luz del Sol. Si oye mi voz, se queda fuera. Luz, maldita sea la luz que me desvela. No. Aquí no ve y la luz se desespera. Me arroja a ver el mundo, y me lo encuentro furibundo. Si quiero ir a la moda
La portada del álbum La Ley Innata (2008) proclama una sentencia atribuida a Cicerón: «Existe, de hecho, jueces, una ley no escrita, sino innata, la cual no hemos aprendido, heredado, leído, sino que de la misma naturaleza la hemos agarrado, exprimido, apurado, ley para la que no hemos sido educados, sino hechos; y en la que no hemos sido
Existe, de hecho, jueces, una ley no escrita sino innata. La cual no hemos aprendido, heredado, leído, sino que de la misma naturaleza la hemos agarrado, exprimido, apurado. Ley para la que no hemos sido educados, sino hechos, y en la que no hemos sido instruidos sino empapados